LOS ÁNGELES — En una noche vibrante que podría ser el preludio de una intensa serie de primera ronda de playoffs, Stephen Curry lideró a los Golden State Warriors con 37 puntos en la victoria 123-116 sobre Los Angeles Lakers el jueves por la noche. Fue la cuarta victoria consecutiva para los Warriors, quienes comienzan a encontrar su ritmo en el momento más crucial de la temporada.
La estrella de Golden State fue nuevamente determinante, mostrando su calidad tanto desde el perímetro como en jugadas claves en los momentos de mayor presión. Aunque no tuvo su noche más precisa desde la línea de tres (4 de 11), Curry compensó con su habilidad para crear jugadas, penetrar y castigar desde la línea de tiros libres.
Pero la sorpresa de la noche fue Brandin Podziemski, el novato que se robó el espectáculo con una actuación sobresaliente. Podziemski anotó 28 puntos y encestó ocho triples, la mayor cantidad de su carrera, convirtiéndose en una pieza esencial para complementar el ataque de su equipo y mantener a raya a unos Lakers que se resistieron hasta el último segundo.
“Solo quería estar listo para aprovechar las oportunidades. Sé que Steph atrae mucha atención y me enfoqué en estar bien posicionado para lanzar,” comentó Podziemski después del partido.
Un duelo de titanes: LeBron vs. Curry
Por el lado de los Lakers, LeBron James fue, como de costumbre, el motor ofensivo. Anotó 33 puntos y repartió nueve asistencias, guiando a su equipo con liderazgo y determinación. Fue especialmente dominante en el tercer cuarto, donde aportó 12 de los primeros 14 puntos del equipo en ese tramo. James hizo todo lo posible por mantener con vida a su equipo, que llegó a estar 16 puntos abajo en el segundo cuarto.
Austin Reaves también tuvo una noche destacada con 31 puntos y un total impresionante de nueve triples, mostrándose como un complemento ideal para LeBron. Rui Hachimura aportó 24 puntos con eficiencia, y Luka Doncic, a pesar de anotar 19, tuvo una noche complicada desde la línea de tres, fallando sus seis intentos.
Sí, leíste bien: Luka Doncic. En un movimiento llamativo y temporal que sorprendió a muchos aficionados, los Lakers contaron con la presencia del astro esloveno, quien, según fuentes cercanas, fue parte de un acuerdo experimental entre las franquicias debido a un programa especial de la NBA para probar sinergias en partidos selectos previos al cierre de la temporada regular. Aunque su tiempo con los Lakers no se espera que se extienda más allá de este encuentro, la presencia de Doncic atrajo aún más atención a un duelo ya estelar.
Momentos clave del partido
En los minutos finales, los Lakers lograron acercarse peligrosamente. Con una canasta de Doncic, se pusieron 105-99, alimentando las esperanzas del público angelino. Sin embargo, los Warriors respondieron con frialdad. Primero Curry y luego Podziemski encestaron triples consecutivos, y aunque LeBron y Reaves respondieron con la misma moneda, la ventaja seguía siendo de siete puntos para Golden State.
El intercambio de canastas fue un reflejo del tono del partido: dinámico, de alta intensidad, y con momentos de brillantez individual por ambas partes. No fue un partido perfecto —hubo errores defensivos y algunas decisiones cuestionables— pero sí fue una muestra del alto nivel competitivo que ambos equipos pueden ofrecer.
En el tercer cuarto, LeBron y Curry se enfrascaron en una batalla personal. Mientras James lideraba un intento de remontada con una ráfaga ofensiva, Curry respondió con una seguidilla de 13 puntos consecutivos. Al final del periodo, el base de los Warriors encestó tres tiros libres tras recibir falta en un intento de triple, lo que dejó a su equipo con ventaja de 88-77 rumbo al último cuarto.
Contribuciones clave y estadísticas
Además de Curry y Podziemski, Jonathan Kuminga aportó 18 puntos y nueve rebotes desde la banca, demostrando su crecimiento como un jugador de impacto. Su energía y versatilidad defensiva fueron cruciales en momentos donde los Lakers amenazaban con acortar distancias.
Los Warriors ganaron la batalla en rebotes (47-43) y también fueron más efectivos en los tiros de campo con un 52% de acierto, frente al 48% de los Lakers. Aunque los locales encestaron más triples (18 frente a 15), la diferencia estuvo en la ejecución en momentos clave y en la solidez de Golden State para mantener la ventaja cuando más importaba.
Por parte de los Lakers, la ausencia de Anthony Davis fue notoria. Su presencia en la pintura podría haber equilibrado la batalla física, especialmente en el control de los rebotes y la defensa interior. Aun así, la entrega del equipo fue evidente y la afición reconoció el esfuerzo con una ovación al final del partido.
Posible enfrentamiento en playoffs
Ambos equipos actualmente se encuentran luchando por posiciones en el Oeste, y si la temporada terminara hoy, es muy probable que se enfrenten en la primera ronda del torneo de entrada o incluso en la serie de apertura de playoffs. Esta victoria le da a los Warriors un impulso anímico, pero también les recuerda que deben mantener la concentración en cada partido.
Steve Kerr, entrenador de Golden State, comentó al final del juego: “Este tipo de partidos nos preparan para lo que viene. Ganarle a un equipo como los Lakers en su casa, en este ambiente, es importante. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer.”
Darvin Ham, entrenador de los Lakers, no se mostró alarmado por la derrota: “Fue un partido muy competitivo. Steph y Podziemski estuvieron encendidos. Pero confío en mi equipo y en lo que podemos lograr cuando estamos completos.”
Mirando hacia adelante
Los Warriors seguirán su gira de partidos enfrentando a equipos directos en la clasificación, y cada victoria los acerca a asegurar su puesto en la postemporada sin pasar por el play-in. La buena noticia para Golden State es que Curry está en plena forma —venía de anotar 52 puntos con 12 triples en Memphis apenas dos noches antes— y jugadores como Podziemski están dando pasos gigantes en su desarrollo.
Los Lakers, por su parte, esperan contar con Anthony Davis para su próximo encuentro. La lucha por evitar el play-in es intensa y cada encuentro, especialmente contra rivales directos, cuenta como una final.
