La noche del viernes fue testigo de otra sólida actuación de los Gigantes de Carolina, quienes continúan demostrando que son un serio contendiente en la temporada 2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN). Con una victoria 76-69 sobre los Cangrejeros de Santurce en el histórico Coliseo Roberto Clemente, el equipo carolinense sigue sumando triunfos clave en la fase regular de la «Liga Más Dura del Caribe».
Desde el primer silbato, Carolina mostró intenciones claras de controlar el ritmo del juego. Su defensa intensa, combinada con una ofensiva bien distribuida, les permitió mantener a raya a un equipo de Santurce que, aunque mostró momentos de brillantez, nunca logró establecer su juego de forma consistente.
Kristian Doolittle: motor de los Gigantes
El protagonista de la noche fue sin duda Kristian Doolittle, quien firmó una actuación estelar con una línea estadística digna de mención: 11 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias. Aunque se quedó a solo dos asistencias de un triple-doble, su impacto fue mucho más allá de los números. Doolittle estuvo en todas partes: defendiendo, asistiendo, atacando el aro y motivando a sus compañeros.
El ala-pívot ha sido una de las figuras más consistentes en lo que va de temporada para los Gigantes, y su versatilidad ha sido clave para que Carolina se mantenga en la parte alta de la tabla. Su capacidad para rebotear y distribuir desde el poste alto le da al equipo una dimensión ofensiva que pocos conjuntos en la liga poseen.
“Salimos con mentalidad de equipo. Queríamos ejecutar en defensa, compartir el balón y mantener la intensidad por los 40 minutos. Estoy orgulloso del esfuerzo colectivo esta noche”, expresó Doolittle tras el encuentro.
Aporte colectivo clave para Carolina
Más allá del desempeño de Doolittle, los Gigantes contaron con un esfuerzo colectivo destacado. Jeremy Tyler lideró la ofensiva con 14 puntos y 6 rebotes, mostrando su presencia física en la pintura tanto en ofensiva como en defensa. Por su parte, Isaac Sosa, especialista del tiro a distancia, sumó 12 unidades, incluyendo canastos oportunos que frenaron intentos de remontada por parte de los locales.
El cuerpo técnico de Carolina ha sabido distribuir roles y sacar lo mejor de cada jugador. Esa química colectiva se reflejó en las estadísticas: los Gigantes registraron 21 asistencias, comparado con 17 de los Cangrejeros, un claro indicio de juego en equipo y circulación de balón.
Santurce luchó, pero no fue suficiente
En el otro lado de la cancha, los Cangrejeros de Santurce lucharon hasta el final, pero nuevamente mostraron debilidades en la ejecución ofensiva. El veterano Devon Collier fue el mejor por los locales con 16 puntos, utilizando su fortaleza física y experiencia para producir en situaciones difíciles.
Ángel Matías, siempre combativo, terminó con 13 puntos y 7 rebotes, siendo clave en el esfuerzo por mantener al equipo en juego durante la segunda mitad. Mientras tanto, el joven Mojave King y Benito Santiago Jr. añadieron 10 tantos cada uno, aunque su aporte llegó en ráfagas y no fue suficiente para mantener una ofensiva constante.
Uno de los grandes problemas para los Cangrejeros fue su pobre puntería. El equipo apenas logró 34% en tiros de campo y 21% en triples, una estadística que no les permite competir al más alto nivel en el BSN. Aunque ganaron la batalla en los tableros (44-41) y en bloqueos (4-0), fallaron en áreas claves como el manejo del balón y la efectividad desde la línea de tiros libres, donde apenas encestaron un 59% de sus intentos.
Un duelo táctico entre dos estilos
El enfrentamiento entre Carolina y Santurce representó también un choque de filosofías. Mientras los Gigantes apostaron por una defensa agresiva y transiciones rápidas, los Cangrejeros intentaron establecer un juego más físico en media cancha. Sin embargo, la ejecución de los visitantes fue más precisa, especialmente en los momentos clave del partido.
El entrenador de Carolina, satisfecho con el resultado, comentó: “Es una victoria importante, especialmente en la carretera. El equipo mostró madurez para cerrar el partido y responder a la presión de un rival peligroso como Santurce”.
Por su parte, el dirigente de los Cangrejeros admitió que deben mejorar: “Estamos dejando escapar juegos que podríamos ganar. La falta de eficiencia nos está costando caro. Hay que volver al trabajo y ajustar”.
El impacto del Coliseo Roberto Clemente
El encuentro del viernes también tuvo un valor simbólico al disputarse en el Coliseo Roberto Clemente, uno de los recintos más emblemáticos del deporte puertorriqueño. A pesar del resultado, la afición santurcina respondió en buen número y mantuvo el ambiente eléctrico durante todo el juego.
Este tipo de escenarios realza la esencia del BSN, una liga que año tras año continúa consolidándose como uno de los torneos más apasionantes y competitivos del Caribe y América Latina. La energía en el Clemente reflejó la pasión con la que se vive el baloncesto en Puerto Rico.
Panorama actual y lo que viene
Con esta victoria, los Gigantes de Carolina consolidan su posición en la tabla y envían un mensaje claro al resto de los equipos: están para competir por el campeonato. Su combinación de talento, cohesión y dirección técnica ha dado frutos y los mantiene como uno de los favoritos en esta fase de la temporada.
Por otro lado, Santurce deberá reenfocarse si quiere mantenerse en la contienda. El talento está presente, pero las inconsistencias en el juego y la falta de precisión en momentos clave continúan pesando.
Próximos encuentros en la jornada sabatina
La emoción no se detiene en el Baloncesto Superior Nacional. La jornada de este sábado promete encuentros igual de vibrantes:
- Piratas de Quebradillas se enfrentarán a los Santeros de Aguada, en un choque que podría alterar la dinámica en la tabla del Oeste.
- Criollos de Caguas visitan a los Leones de Ponce, reviviendo una de las rivalidades más clásicas del BSN.
- Osos de Manatí recibirán a los poderosos Capitanes de Arecibo, en un duelo de estilos contrastantes que seguramente dará mucho de qué hablar.
Una liga vibrante y en constante crecimiento
La temporada 2025 del BSN continúa consolidando su reputación como una de las más emocionantes en la historia reciente del baloncesto puertorriqueño. Con talento local e internacional, equipos competitivos y una afición entregada, cada jornada es una muestra del nivel de compromiso y pasión que rodea esta liga.
El triunfo de Carolina es solo un capítulo más en una temporada que promete seguir dejando momentos memorables. La competencia está al rojo vivo, y los aficionados tienen cada vez más razones para llenar los coliseos y seguir a sus equipos con orgullo.
La Liga Más Dura del Caribe sigue en marcha, y cada noche se escriben nuevas historias que hacen del BSN mucho más que un torneo: lo convierten en una tradición viva del deporte puertorriqueño.