Baja California, México — Los Indios de Puerto Rico no lograron avanzar a la final de la Serie del Caribe 2025 tras sufrir una dolorosa derrota ante los Charros de México, con marcador de 3-1, en el Estadio El Nido de los Águilas, en Baja California. El equipo boricua ahora deberá conformarse con disputar el partido por el tercer lugar ante los Cardenales de Venezuela, este jueves, 6 de febrero, a las 11:00 p.m. (hora de Puerto Rico), en un partido que será transmitido por WAPA Deportes.
Un primer episodio para el olvido
Como ha sido una tendencia desafortunada en varios partidos del torneo, la pesadilla de los Indios comenzó desde el primer inning. El dirigente puertorriqueño Wilfredo “Coco” Cordero fue claro al identificar el momento clave del encuentro:
“El primer episodio hicieron las tres carreras. De ahí para adelante no pudimos crear ofensiva. Ahí se nos fue el juego”.
Y ciertamente, fue una entrada inicial caótica. El abridor boricua Ronnie Williams comenzó con una base por bolas al explosivo primer bate Billy Hamilton, quien no tardó en convertirla en amenaza. En cuestión de segundos, Hamilton robó la intermedia y alcanzó la antesala gracias a un error del campocorto Isán Díaz, quien no pudo controlar un tiro errático. Lo que parecía una entrada de rutina, se convirtió en una emboscada.
Un doble de Rudy Martín trajo la primera carrera del juego. Seguido, los bateadores Michael Wielansky y Mateo Gil conectaron sencillos consecutivos que impulsaron otras dos anotaciones, poniendo el marcador 3-0 a favor de los Charros. La ofensiva mexicana, rápida y agresiva, se combinó con errores defensivos y falta de control desde la loma para darle una ventaja temprana que nunca soltarían.
Puerto Rico no encontró su ritmo ofensivo
Tras el desastroso inicio, Cordero optó por sacar rápidamente a Williams del montículo. El derecho solo lanzó una entrada completa y cargó con la derrota (0-2). A partir del segundo inning, el relevo boricua hizo un excelente trabajo para mantener el marcador sin más daños. Julián García asumió la responsabilidad durante cuatro entradas, estabilizando el juego y silenciando los bates mexicanos. Luego, Ricardo Vélez, Jake McSteen y Dereck Rodríguez completaron las últimas entradas sin permitir más anotaciones.
Sin embargo, a pesar de la recuperación del cuerpo monticular, la ofensiva puertorriqueña no logró descifrar los lanzamientos del abridor mexicano David Reyes, quien completó seis sólidas entradas sin permitir carreras y se llevó la victoria (2-0). La defensa mexicana también jugó impecablemente, limitando las oportunidades de los bateadores boricuas.
La única chispa ofensiva de los Indios llegó en la séptima entrada. El relevista Jesús Cruz dominó a los primeros dos bateadores con ponches consecutivos. Entonces, apareció la figura del veterano Eddie Rosario, quien conectó un triple al jardín central, encendiendo momentáneamente las esperanzas boricuas. Rosario fue impulsado por un sencillo de Isán Díaz, quien de cierta forma se redimió del error inicial con esa remolcada que colocó la pizarra 3-1. Pero el daño ya estaba hecho.
El cerrador mexicano Trevor Clifton selló el triunfo sin mayores contratiempos, apuntándose su segundo salvamento del torneo y enviando a México a la gran final de la Serie del Caribe 2025.
Análisis del partido: defensa y errores marcan la diferencia
Aunque el marcador fue cerrado, el desarrollo del juego mostró dos caras muy distintas. México fue efectivo y agresivo desde el primer lanzamiento. Aprovecharon la velocidad de Hamilton, los errores defensivos de Puerto Rico y su buen momento ofensivo para construir una ventaja estratégica. En contraste, los Indios mostraron una ofensiva apagada, incapaz de generar múltiples amenazas reales a lo largo del partido.
En torneos cortos como la Serie del Caribe, los detalles hacen la diferencia. Una base por bolas, un tiro descontrolado, un mal fildeo… cualquier mínimo error puede cambiar el rumbo del juego, como ocurrió en la primera entrada del miércoles por la noche. Aunque el relevo puertorriqueño fue impecable tras la salida de Williams, la falta de respuesta ofensiva dejó sin margen de recuperación a la novena boricua.
Puerto Rico busca cerrar con dignidad
Pese a la frustración por no alcanzar la final, los Indios de Puerto Rico tienen la oportunidad de regresar a casa con una nota positiva al disputar el tercer lugar del torneo. Enfrentarán a los Cardenales de Venezuela, un equipo que también mostró un rendimiento competitivo a lo largo del campeonato y que buscará cerrar su participación con una victoria.
Para Puerto Rico, este juego representa mucho más que un simple partido de consolación. El tercer lugar en la Serie del Caribe puede ser un impulso para el béisbol profesional del país y una muestra de orgullo ante una afición que ha seguido con pasión el recorrido del equipo. Además, brinda una última oportunidad para que figuras como Rosario, Díaz, y el cuerpo de lanzadores dejen una buena impresión en el cierre del torneo.
El duelo también servirá para evaluar posibles talentos jóvenes que podrían formar parte de futuras selecciones o reforzar la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC). La Serie del Caribe sigue siendo una vitrina de alto perfil en el béisbol latinoamericano.
Reacciones y ambiente tras la eliminación
Tras el partido, el ambiente en el dugout puertorriqueño era uno de reflexión y frustración. El dirigente “Coco” Cordero, visiblemente afectado, valoró el esfuerzo de su equipo:
“Este es un grupo que luchó hasta el final. Tuvimos altibajos, pero nunca dejamos de competir. Hoy simplemente no nos salieron las cosas. Hay que reconocer también el gran trabajo de México. Jugaron bien, nos presionaron desde temprano y se llevaron merecidamente el triunfo.”
Por su parte, varios jugadores se expresaron en redes sociales agradeciendo el apoyo de la fanaticada y prometiendo darlo todo en el partido por el tercer lugar. El veterano Eddie Rosario, quien ha sido uno de los líderes del conjunto, publicó en su cuenta de X (antes Twitter):
“No fue el resultado que queríamos, pero esto no se ha acabado. Vamos por el tercer lugar y vamos a dejar el corazón en el terreno. Gracias PR por estar con nosotros siempre.”
Lo que viene: Venezuela en el camino
El partido por el tercer lugar ante Venezuela no será fácil. Los Cardenales han mostrado una ofensiva sólida y un pitcheo competente, además de una defensa que ha sabido responder bajo presión. Será un choque de estilos, en el que Puerto Rico necesitará más que nunca una salida sólida de su abridor, una defensa sin errores y una ofensiva capaz de capitalizar cada oportunidad.
Cordero probablemente hará ajustes en la alineación para maximizar la velocidad, evitar errores defensivos y generar más contacto. Se espera que los lanzadores utilizados sean frescos y que el bullpen esté listo para responder temprano si el abridor tiene problemas, tal como ocurrió en el duelo contra México.
Además del valor deportivo, este encuentro representa una especie de reválida anímica para un equipo que fue a la Serie del Caribe con grandes expectativas. Terminar en el podio sería un cierre decoroso y una motivación para la próxima temporada invernal.